Berlín, 5 curiosidades muy frikis que uno no espera encontrar en la capital alemana.

   Cuando uno visita Berlín por primera vez, lo que quiere es empaparse de su fascinante historia.  Visitar lugares como la Puerta de Brandeburgo, el Reichstag o lo que queda de su tristemente famoso muro, son sin duda visitas obligadas.

   Y esto esta muy bien, sin embargo en este post les quiero hablar de otros lugares muchos menos conocidos de la capital germana pero que harán las delicias de los viajeros más curiosos. Porque al fin y al cabo ¿que sería de nosotros sin estas pequeñas extravagancias de los seres humanos?


   Así que sin más demora os dejo con estas 5 frikadas que podrán ver en la increíble ciudad de Berlín:

   1. El mayor acuario cilíndrico del mundo 
 

   Imagínense, más de un millón de litros de agua, 2.600 peces de casi 100 especies distintas, su propio arrecife de coral, y todo ello en una pecera cilíndrica de 25 metros de altura y 12 metros de diámetro...¡simplemente espectacular!.

   Lo mejor de todo es que este prodigio de la tecnología de 13 millones de euros, lo atraviesa un ascensor panorámico, por lo que desde su interior se puede tener una visión completa de 360º de los peces y buceadores que los cuidan todos los días.

   En realidad el AquaDom es la joya de la corona del Acuario Sea Life de Berlín, de hecho, el broche de oro de la visita consiste en terminar bajando por el ascensor de cristal, por lo que para poder verlo hay que pagar la entrada del Sea Life....o no....

   Veréis, el AquaDom no está en el mismo edifico del Sea Life, sino que está en mitad del vestíbulo del Radisson Blu Hotel de Berlín. Es decir, que las ventanas de los dormitorios de este Hotel tiene vistas exclusivas de este enorme tanque azulado...

   Obviamente "la policía no es tonta", y hay un cartel en la entrada del hotel indicando que no se puede acceder al vestíbulo si no eres cliente...pero realmente no te suelen impedir que entres, al menos nosotros no tuvimos problemas. Al fin y al cabo también hay un bar dentro y a lo mejor os apetece una copa con vistas.

   2. La discoteca más pequeña del mundo.

   Pues nada, pasamos de un acuario gigante a una discoteca diminuta, pero así es Berlín, que no para de sorprendernos. Sin ir más lejos, esto que pueden ver en la foto, y que tiene todo el aspecto de una antigua cabina de teléfonos, es en realidad la discoteca más pequeña del mundo.

   La locura esta surge de la empresa Telediskoquienes pensaron que sería buena idea dar una nueva vida a las casi extintas cabinas de teléfonos, y así se produjo la unión de Tele y el Disco...

   Actualmente cuentan con 6 de estas pequeñas discotecas, 3 móviles por el mundo y 3 permanentes de las que 2 están en Berlín, y que son la cabina rosa y la de oro, que fue la que nosotros encontramos en pleno centro cultural Raw...

   Respecto al funcionamiento del artefacto es muy sencillo, basta con seleccionar en el panel táctil la canción que quieres bailar, en este sentido hay que decir que la cabina está conectada a la red, por lo que la base de datos de canciones es casi infinita, seguro que encuentras alguna que te guste. La tarifa es de 2€.

   Luego selecciona si quieres hacerte una foto en mitad de tu fiesta privada, o bien un vídeo que te envían online a la dirección de correo que tu quieras por otros 2€ . ¡Y ya está!, el siguiente paso es, como indican en la propia cabina....entrar y bailar como si no hubiese un mañana, así que...let´s go¡¡

   Una cosa si os digo, la experiencia no es para claustrofóbicos ya que dentro el espacio es muy reducido, no hay ventanas, las únicas luces son las estroboscópicas, cuenta con un efecto niebla o humo y la música esta a toda pastilla....pero claro....esto es una minidisco¡¡¡¡ ¿o no?

   Respecto a la duración del baile pues depende de la canción que hayáis seleccionado, por ejemplo, en nuestro caso elegimos todo un clásico de mis tiempos discotequeros.....One More Time de Daft Punk (madre mía, 20 años que tiene ya la canción) así que mi mujer y mi hija estuvieron bailando casi 5 minutos...y luego sacamos también la foto por otros 2€, que sale al final en plan fotomatón por un lateral de la máquina y que te sirve de recuerdo.

  Sin duda una curiosa experiencia muy recomendable.

   3. El único museo del mundo dedicado a David Hasselhoff.

   ¿Cómo alguien puede decir que ha estado en Berlín si no conoce el museo dedicado a este "ser legendario"?...para bien o para mal "The Hoff" forma parte de la historia de esta ciudad, y por eso el único museo del mundo dedicado a "Michel Knight" está en Berlín.

   En realidad este mueso está ubicado en el sótano de un hotel, The Circus Hostel, y lo que pueden ver en la foto de arriba es todo lo que hay. Osea que es casi tan pequeño como la minidisco.

   Vale que a primera vista no impresiona mucho, o al menos la sección dedicada a "El Coche Fantástico"...

   Y la cosa no mejora con la sección dedicada a "Los Vigilantes de la Playa"...

   Pero lo cierto es que la calidad de un museo no reside sólo en el material expuesto, sino también en su capacidad para enseñarnos nuevos conocimientos....y en este minimuseo descubrí, para mi sorpresa, que el señor Hasselhoff contribuyó como pocos a la reunificación de las dos Alemanias una vez derribado el famoso muro en 1.989.

   Verán ustedes, la mayoría de los españoles, por no decir todos los nacidos a finales de los setenta y principios de los ochenta, crecimos con el gran David Hasselhoff y las historias de Michel Knight en "El Coche Fantástico" y del otro tipo de bañador rojos en "Los Vigilantes de la Playa". Pero lo que casi nadie conoce es la extensa trayectoria musical de Hasselhoff, ya que ha publicado la friolera de 15 álbumes.

   En este sentido, su mayor éxito musical y por el cual David siempre será amado en esta ciudad, fue por su single "Looking for freedom" que interpretó el 31 de diciembre de 1.989 en lo alto de una grúa sobre el ya moribundo muro de la vergüenza, y que llegó a ser numero 1 en la Alemania Occidental durante 8 semana consecutivas. 

   En realidad la canción es bastante mala, y ni siquiera es de The Hoff, que sólo la versiona, pero el tema de la misma, y la fecha justo antes de que empezara a derribarse el muro, la convirtieron automáticamente en todo un himno por la libertad.

   Olvídense de los libros de historia, David Hasselhoff fue la auténtica bola de demolición que derribó para siempre el muro....o al menos es lo que nos cuentan este peculiar museo....

   Normal que los organizadores del museo estén intentando convencer a la Merkel para que pongan una calle con su nombre, la David Hasselhoff Strasse es lo mínimo que merece.

   Por cierto, hace apenas 1 mes el periódico digital inglés The Independent seleccionó a este museo como la mejor atracción "olvidada" de Europa...Claro que otra de las atracciones es Río Tinto situado en Almería..me da a mí que no se han currado mucho el artículo jeje.

  En fin, si de verdad se quieren reír, antes de abandonar el Hotel, alcen la vista al techo....

  Como decía aquel ilusionista....no lo piensen demasiado "todo es producto de su imaginación"...

   4. Los diminutos hombrecillos de corcho. 

   Es probable que durante vuestro paseo por la capital de Alemania notéis algo extraño, como una sensación de estar siendo observados por alguien que sin embargo se escapa de vuestra visión. Si eso os ocurre no os preocupéis, ya que lo más probable es que un Korkmännchen esté muy cerca jejeje.

   Los Korkmännchen son pequeños hombrecillos están hechos normalmente con corcho de botellas y palillos, ya que el artista no sólo pretende divertir, sino también concienciar, y por eso usa materiales no contaminantes. Y no sólo es importante el material, también lo es la posé del muñeco, ya que a los Korkmännchen también se los conoce también como Street Yogi, ya que frecuentemente adoptan simpáticas posturas de yoga...

   ...y el motivo de que adopten estas posturas es que su creador es el entrenador berlines de Yoga Josef Foos, quien comenzó a fabricarlos hace ya más de 10 años, inspirándose en el proyecto Little People del artista callejero británico Slinkachu.

   Estos pequeños "diminutos" suelen pasar desapercibidos para casi todos el mundo, pero si uno está atento a las "señales" los puede localizar. Y cuando digo estar a atentos a las señales me refiero literalmente a eso....

   ...ya que estos hombrecillos de corcho suelen estar en lo alto de los carteles del nombre de las calles, que en Berlín suele estar sujeto a postes.

   Ni que decir tiene que si viajan con niños se lo pueden pasar muy bien buscando a estos pequeños seres por las calles. Al fin y al cabo, la principal razón de ser de los Korkmännchen, aparte del cuidado del entorno y del cuerpo es, como dice la propia web del autor, traer la alegría y la felicidad a aquellos que los encuentren, pero de vez en cuando algún hombrecillo realiza alguna que otra reivindicación...

   ...como este pequeño Korkmännchen que pedía la libertad del periodista germano-turco Deniz Yüzel quien fue encarcelado en Turquía en el año 2.017 acusado de propaganda terrorista y que finalmente fue puesto en libertad tras un año en prisión....¿tendría algo que ver las protesta de nuestro miniamigo?

   En otras ocasiones las figuras abandona su cuerpo de palillos y se vuelven un poco más complejas...

    ....aunque la mayoría no son tan sofisticados.

   Con el tiempo los hombres corchos fueron ganando popularidad, algunos artistas se sumaron a la obra de Josef Foos y se llegaron a contabilizar más de 1.100 hombrecillos por toda la ciudad, hoy en día no son tantos, pero siguen siendo abundantes. Como ya les he dicho, sólo tienen que estar atentos a las "señales".

  5. Los curiosos relojes de Berlín.

   Los humanos nos las hemos ingeniado para poder medir el paso del tiempo de muchas formas distintas. En este sentido, estamos acostumbrados a los relojes analógicos y digitales, también son más o menos fáciles de encontrar los relojes de sol y los relojes de arena, aunque estos últimos sean poco precisos.

   Sin embargo en Berlín podemos encontrar dos relojes, que además están muy cerquita el uno del otro, son muy peculiares ya que se trata por un lado de un Reloj de Luz que se parece a un semáforo y un gigante Reloj de Fluidos, que más bien parece un experimento de Sheldon Cooper.

   He de decir que ambos relojes funcionan perfectamente y que son de una precisión asombrosa, así que si les apetece comprobar si el reloj de su móvil funciona correctamente, les invito a que se pasen por este post que escribí sobre estos relojes y que tiene más información sobre ambos.

   En fin, espero que les haya gustado estos pequeños tesoros perdidos por Berlín, si es así prometo escribir otro post con otra tanda de curiosidades de la ciudad.

   Auf Wiedersehen.  

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