Escocia de cine: Harry Potter y la tumba de Dumbledore


   Si sois fans de la saga de Harry Potter, visitar Escocia es obligatorio. No sólo porque la autora, J.K. Rowling, está muy relacionada con Edimburgo, sino porque además muchos de los escenarios que pueden verse en las películas son paisajes escoceses.

   Precisamente hace poco os comentaba que el valle de Glencoe fue el lugar elegido para situar la cabaña de Hagrid, entre otras muchas localizaciones de películas. Sin embargo hoy les traigo otro escenario poco frecuentado de la famosa saga mágica, la isla de la tumba de Albus Dumbledore.
   
Escena Harry Potter

   La verdad es que esta pequeña isla, aunque es famosilla entre los seguidores de la saga sobre todo por ser la tumba de Dumbledore, aparece en varias películas del niño mago. De hecho la primera vez que la  podemos ver es en Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, la tercera película de la saga. En concreto cuando un desolado Hagrid informa a los chicos de que han condenado a muerte a su amigo Buckbeak, mientras tira desolado piedras al Lago Negro, 

Escena Harry Potter y el Prisionero de Azkaban.

   Es curioso, cuando visité la isla no me di cuenta que Hogwarts estuviese tan cerca jeje. Bueno, aparte del colegio de magos, en la escena se ve a los chicos en la orilla, justo detrás de Hagrid. Ellos están a los pies del frondoso Bosque Prohibido, pero lo cierto es que en esa orilla hay más bien poquitos árboles, así que la escena delantera y trasera se grabaron en localizaciones distintas.

   Pero esta isla también aparece en la siguiente entrega de la saga, Harry Potter y el Cáliz de Fuego, la cuarta película. Aunque sólo se puede ver durante unos segundos cuando Harry lanza a volar a su lechuza Hedwig con un mensaje para su amigo Sirius Black.

   Si os fijáis bien podéis ver en la escena tanto a la lechuza como el tren. Y es que en realidad por aquí circulan los trenes de la West Highland Line, entre ellos el más conocido es por supuesto el viejo tren de vapor Jacobita, un tren turístico que hace la ruta entre Fort Williams y Mallaig, y que los Potterhead reconocen como el Expreso de Hogwarts. 

   Por supuesto la fama del tren ha subido como la espuma, no siempre se puede hacer un viaje que ha sido descrito como el mejor viaje en tren del mundo, el problema es que las tarifas son bastante caras y el billete de adulto supera los 50€. Pueden ver los precios y horarios aquí.

   Volviendo a nuestra querida isla, esta vuelve a salir en los minutos finales de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte I, y en los primeros minutos de la Parte II.
Escena Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte I y II

   Aquí esta la tumba de Albus Dumbledore, la única permitida dentro de los terrenos de Hogwarts. Este era el deseo del famoso director y que sus amigos cumplieron, sin embargo, Lord Voldemort voló hasta esta aquí para profanar la tumba.
Escena Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte I y II

   ¿Y porqué hizo esto el que no debe ser nombrado?, pues para obtener la varita más poderosa del mundo, la varita de Sauco, una de las reliquias de la muerte.

Escena de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte I

   Por suerte la varita nunca llegó a obedecer al siniestro mago, y al final Harry Potter la rompe en dos y la lanza al vacío...pero eso sólo en las películas, en los libros aprovechó para reparar su propia varita y luego restauró la tumba de Dumbledore, devolviendo la varita de Sauco a la tumba blanca.

   Pero vayamos a lo importante, ¿dónde se encuentra la mágica islita?, pues en la fantasía la tumba se encuentra a orillas del Lago Negro, pero en la realidad la isla se encuentra en el Lago Eilt, en concreto en su extremo oeste, lo cual permite ver todo el lago a lo largo y por eso ha sido tan usada por los directores.

   El nombre de esta pequeña isla es Eilean na Moine, y es fácil de encontrar en Google Maps, por lo que no tiene pérdida. Eso sí, si van en coche tengan cuidado porque no hay un parking habilitado para poder dejarlo, sino que tendrán que orillarlo a un lado de la carretera.

  Desde la carretera hasta la isla hay muy poquita distancia y probablemente querrán acercarse lo más posible para hacer buenas fotos, pero les advierto que es probable que esté todo encharcado y lleno de barro.

   Aunque parezca que es fácil de acceder, lo cierto es que tuvimos que desandar lo andado varias veces porque llegábamos a zonas completamente encharcadas donde te hundías hasta las rodillas. Al final mi mujer y mi peque, que son mucho mas sensantas que yo, prefirieron no acercase demasiado. 

   Puede ser que el terreno estuviese así por la época del año, no lo sé, pero viendo comentarios de google maps parece que es lo habitual, así que traeros botas para el agua y barro por si quieren acercarse.

   Espero que les haya gustado la entrada.

   Beannachd.


Comentarios