Los secretos romanos de Évora, mucho más que el Templo de Diana

   El casco histórico de Évora (Portugal) está declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad por los muchos y variados monumentos que atesora esta ciudad-museo. Su legado histórico es muy extenso pero en este post me quiero centrar en la Évora más antigua..la romana.

   Mucha gente piensa que el único rastro de la antigua Roma que queda en Évora es su famoso Templo de Diana del siglo I a.c., pero se equivocan, la ciudad oculta más restos visibles que me he propuesto mostrarles en esta entrada.

    No obstante, antes de abordarlos les hablaré un poco del Templo de Diana, al fin y al cabo es un ex-libris de la ciudad y sin duda tienen que verlo si visitan Évora. Se trata del mayor templo romano de Portugal, y es curioso pero a pesar su nombre popular, se piensa que no tiene nada que ver con la diosa Diana, sino más bien con el culto al emperador Cesar Augusto. De hecho este nombre popular es debido a una leyenda inventada por el padre Manuel Fialho en el siglo XVII por lo que tradicionalmente se ha asociado el templo a la diosa de la caza.

   Si han tenido la suerte de visitar Mérida (sino deberían apuntar ese viaje para su siguiente escapada), les sonará que la ciudad extremeña también cuenta con un Templo de Diana...pues bien, en realidad tampoco estaba dedicado a dicha diosa, sino al culto imperial....Por lo visto antiguamente estaban escasos de imaginación a la hora de poner los nombres a los templos romanos.

   Curiosamente ambos templos de "Diana" tienen más paralelismos, por ejemplo ambos se han conservado bastante bien gracias a que han aprovechado su estructura para distintas edificaciones. En el caso de templo de Évora ha sido utilizado como torre medieval, edificio de la Inquisición y más recientemente incluso un matadero.... Además se ha descubierto que ambos templos estaban rodeado por un "espejo de agua" que haría lucir el edificio imperial de forma impresionante al verse reflejado en el agua en los laterales.

   Centrándonos ya en el Templo de Diana de Évora como os contaba antes, se trata de una visita obligada si viajan a la ciudad portuguesa, así que imaginen mi decepción cuando en mi última visita a la ciudad me lo encontré de esta guisa...

   Un auténtico ¡Zas, en toda la boca!...pero bueno, no hay mal que por bien no venga y así las cosas me puedo centrar en esos otros restos romanos más desconocidos...

   Y a mi gusto, el resto romano más impresionante de la ciudad (a parte lógicamente del Templo de Diana) son las Termas...

   Descubiertas en 1987 estas termas tenían una expansión de 300 m2 y estaban divididas en tres zonas, el Laconium (baños de vapor) es lo que pueden ver en la fotografía de arriba y en esta zona los antiguos romanos podían disfrutar de un baño caliente mientras conversaban o hacían negocios. Debajo del suelo de piedra encendían grandes fuegos para calentar el agua de la sauna...¡no si al final no van a estar tan locos estos romanos!

    En la foto de abajo pueden ver la sala contigua cuyo suelo está a un nivel inferior al del Laconium y donde los esclavos alimentaban el fuego en ese horno que pueden ver en la pared lateral

   Esta zona es la que se conoce como Praefurnium, es decir, el sistema de calefacción del edificio.

   Y por último también tendríamos el Natatio, que es una piscina al aire libre que fue descubierta en 1994 aunque lamentablemente en estos momentos no se puede visitar.

   Sin duda el agua, tanto para consumo, salud y ocio era tan importante para los romanos como lo es hoy en día para nosotros y se piensa que traían el agua hasta la ciudad por una antiguo acueducto sobre el que se construyó el actual Aqueducto da Água de Prata en 1532.

   Pero lo mejor de las Termas es que su visita es gratuita y que además están situadas en el interior de la Cámara Municipal de Évora, es decir, en su Ayuntamiento. Este edificio está construido sobre un antiguo palacio perteneciente a los Condes de Sortelha y que el municipio compró a la familia en 1881 iniciándose una remodelación que concluiría en 1910.

   Junto a las Termas es probable que les llame la atención del edificio su espectacular techo acristalado...

   Pero dejemos ya la Cámara Municipal de Évora y sigamos buscando los vestigios romanos de la ciudad para acercarnos hasta la Rua D. Isabel donde se encuentra un arco de piedra del siglo III, el llamado arco romano de D. Isabel

   Esta antigua puerta fue una de las que permitían (o no) el acceso a la ciudad a través de la conocida como Cerca Velha, es decir, la muralla romana de Évora y es la única que se conserva de aquella época. Si la antigüedad del Templo de Diana se estima en unos 2.000 años y la de las Termas en unos 1.800 años, la muralla romana y la puerta serían algo más reciente con una antigüedad de unos 1.700 años, es decir del siglo III d.c.

   Además en el suelo pueden ver resto del Cardo Máximus, una de las vías principales de la ciudad.

   De la muralla romana de Évora es difícil de identificar con precisión su trazado original ya que fue ampliada y modificada en siglos posteriores. En sus orígenes tenía una longitud de unos 2.000 metros y protegía en su interior entre otras cosas el foro o el principal edificio de la ciudad, el Templo de Diana.

   Junto con el Arco de D. Isabel el mejor lugar para observar la muralla romana original es en la conocida como Casa Burgos por estar en la Rua de Burgos, aunque si quieren ver los restos de la muralla mejor acérquense a la calle trasera, la Rua da Alcárcova de Cima.

   En esta foto se pueden observar los grandes bloques de granitos que usaron los romanos para construir su muralla apenas sin usar argamasa y donde aprovecharon también piedras y materiales de edificios anteriores.

   Escavado al lado de la muralla hay también una antigua domus (residencias urbanas de la nobleza romana) del siglo I. por lo que podemos apreciar dos períodos de ocupación romana que abarca desde el siglo I al III d.c.

   Hoy en día este edificio aloja la Dirección Regional de Cultura del Alentejo y en el mismo se conservan, aparte de la muralla y el domus, restos de pinturas romanas y vestigios islámicos. Además desde la azotea se puede ver una panorámica de la ciudad, aunque he de decir que yo no llegué a subir.

   En nuestra búsqueda de los restos romanos de Évora es posible que les llame la atención una estructura que se puede ver en un extremo de la ya citada Rua da Alcárcova de Cima.

   Realmente está situado en la Rua Nova, una calle peculiar donde si se fijan bien pueden ver unos arcos incrustados en las fachadas de los edificios próximos ya que antiguamente hasta aquí traía sus aguas el Aqueducto da Água de Prata para abastecer a la plaza principal de Évora.

   Pues bien, esta construcción de granito adornado con columnas de estilo toscano es conocido como la Caixa de Agua da Rua Nova y a pesar de parecer romano es un "false friend" ya que en realidad data del 1536-37. En dicha época estaba muy de moda las formas clásicas y por ello se construyó esta caja de aguas asemejando un templete romano y aunque ya saben que no es de dicha época, es casi inevitable hacerse una foto en este punto

   Lo que sí pueden encontrar justo en el otro extremo de la Rua da Alcárcova de Cima son resto de la muralla de la ciudad y cómo la han sabido aprovechar los vecinos de la localidad para, por ejemplo, poner tiendas.

    LLegados a este punto, si todavía tienen mas ganas de historia romana lo mejor es visitar el Museo de Évora que está situado justo al lado del Templo de Diana y muy cerquita de la Catedral. Este museo es, por cantidad y calidad de sus piezas, de los más importantes del país e incluye muchos vestigios de época romana como por ejemplo algunas estatuas que sugieren que en Évora existió un Teatro aun por descubrir...quien sabe que más tesoros oculta la ciudad.

   Con esto pongo punto y final a la entrada esperando que les haya gustado. Os dejo con el mapa de situación.

   Ate Ja¡

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