El mejor plan para descubrir Andorra con niños: En busca de los Tamarros.

   Es posible que no lo sepan, pero en el pequeño Principado de Andorra existen una malvada trol llamada Bruticia, que se dedica a destruir todo lo bonito del país: sus montañas, sus lagos y sus bosques son sus "presas" favoritas. Y encima lo hace de la peor forma posible, contaminando todo este paraíso natural, vertiendo latas vacías, papeles, plásticos, botellas rotas, y toda clase de residuos y basura que terminan afectando a los animales y plantas del entorno.

   Lo peor de todo es que Bruticia no descansa nunca, ni siquiera los domingos, y siempre, siempre está intentando dañar el paisaje ensuciándolo, de hecho, Bruticia significa Suciedad en catalán, que, por si no lo sabían, es el idioma oficial de Andorra.

   Por suerte en este país también podemos encontrar a otros seres mágicos de buen corazón, los Tamarros. Hay quienes afirman que estas simpáticas criaturas no existen, y que en realidad son solo una invención para gastar bromas a los más ingenuos o para atraer a los curiosos, pero lo cierto es que sí que existen, lo que pasa es que son muy veloces y tímidos, y son casi imposible de ver por el ojo humano. 

   ¿Sabéis porque estoy tan seguro de que existen?, pues porque en Andorra hemos vistos su portales mágicos. Verán, los Tamarros no viven en nuestro mundo, viven en otro mundo paralelo, pero cuando descubren que Bruticia está haciendo de las suya, usan su magia para venir a ayudarnos a través de unos portales que tienen la forma del Tamarro que puede teletransportar.

   En este post os propongo una ruta para descubrir dónde están estos portales y quienes son los tamarros que pueden viajar por ellos. Los portales suelen estar en lugares preciosos y diferentes los unos de los otros, además el acceso a los mismos en general no tiene complicación, por lo que es ideal para buscarlos con los pequeños.  

   Ah¡, una cosa importante, antes de lanzarse a la caza de los portales, es conveniente, sobre todo si viajan con niños, pasaros por alguna de las Oficinas de Turismo repartida por las distintas parroquias. El motivo es que allí os darán un pequeño cuento con la historia de los tamarros...porque resulta que además de divertido, encontrar a todos los tamarros también tiene premio, pero ya les contaré más adelante. 

   Pueden realizar la ruta en cualquier orden, es indiferente, os dejaré al final un mapa indicando donde está cada uno de los portales. Nosotros buscamos los tamarros en dos días, y el primero que visitamos en nuestro viaje fue el portal de Dino.

   Existen por lo menos 7 tamarros, tantos como parroquias hay en Andorra, y es que cada tamarro protege una de las parroquias del país de la malvada Bruticia. En la parroquia de Ordino, la que está situada más al norte, la tamarro protectora es Dino.

   Dino es de color rojo y se caracteriza por ser muy juguetona, pero también es la más trabajadora de todos cuando llega la hora de entrar en faena. 

   Encontrar el portal de Dino es muy sencillo ya que está de camino a la atracción principal de la parroquia de Ordino, su espectacular Estación de esquí Ordino Arcalís. Su visita es muy recomendable tanto si vienen en temporada de esquí, como fuera de ella para hacer alguna de sus rutas de senderismo, como la famosa ruta de los lagos de Tristaina.

   Pero centrándonos en los tamarros, el portal está situado en un precioso prado rodeado de verdes montañas en la carretera CG-3 (google maps), de acceso a la Estación. Una vez aparcado el coche, el portal de Dino está prácticamente al lado, aunque un poco escondido en lo alto de una pequeña elevación del terreno rodeado de abetos...

   Dino es uno de los portales que menos esfuerzo requieren para encontrarlo, y sin embargo te regala un paisaje muy agradable (al menos en verano) para disfrutar de la naturaleza que ofrece Andorra. Con gusto nos hubiésemos quedado todo el día en ese prado respirando aire puro ya que es perfecto para un pícnic, sin embargo queríamos seguir cazando portales, y el siguiente en la lista es el del tamarro azul, Massa, el protector de la parroquia de La Massana.

   Si Dino nos lo puso muy fácil para encontrarlo, Massa es justo lo contrario, su portal es probablemente el más difícil de encontrar (aunque nada del otro mundo, el recorrido de ida y vuelta como mucho es de 1,5 km), pero a la par es también el más divertido y educativo, ya que hay que recorrer parte del Circuito Interpretativo del Comapedrosa para encontrarlo, situado en el Parque Natural del Comapedrosa en La Massana.

   Una vez estacionado el coche, la ruta comienza en el merendero situado junto a un puente de madera del Río Pollós.

   Una vez cruzado el puente, comienza el circuito interpretativo siempre remontando el río en ascensión, pero se trata de una subida corta y moderada, y cada pocos metros nos encontramos carteles informativos con datos sobre la flora, la fauna o del propio río, normal, a fin de cuentas Massa es el tamarro más sabio y resolutivo de todos.

   Realmente se trata de un paseo muy agradable donde nunca perdemos de vista, ni dejamos de oír, el río...

   Al cabo de unos 15 minutos llegamos a una pequeña presa artificial en mitad del bosque, donde encontramos el enorme portal mágico de Massa. 

   Lo mejor es que si lo visitan en verano pueden aprovechar para darse un chapuzón en el agua cristalina, eso sí, es solo para valientes por que está bastante fría.

   Aunque los tamarros viajan a nuestro mundo para ayudar a combatir a la malvada Suciedad, lo cierto es que ellos también necesitan ayuda. Y es que, para que los portales se puedan activar, es necesario que los niños y niñas depositen una piedrecita en el interior del mismo. Cuanto más brillante sea la piedra, más tiempo podrán estar en nuestro mundo. Para ello, todos los portales tienen un agujero en las espalda para introducir las piedras.

   Después de un rato jugando con Massa, decidimos que ya era hora de emprender el camino de vuelta para conocer a otra tamarro, Caldes, la protectora de la parroquia de Escaldes-Engordany, una tamarro acuática que puede respirar incluso bajo agua sin problemas y que se caracteriza por ser especialmente sigilosa ya que aprovecha los ríos, torrentes y fuentes para desplazarse sin ser detectada.

   Para encontrar su portal, lo primero es por supuesto ir a la parroquia de Escaldes-Engordany, en concreto debemos aparcar en el parking del Lago de Engolasters, el lago que proporciona electricidad a la ciudad de Andorra La Vieja (Andorra la Vella). Sin embargo no vamos a visitar el lago, sino que vamos a tomar el llamado Circuito de las Fuentes.

   Se trata de una camino muy agradable por mitad de un bosque que tiene un recorrido de 2,8 kms ida y vuelta por lo que es muy accesible. Además es el primer circuito del país adaptado a personas invidentes, usando diferentes materiales para que las personas con deficiencia visual puedan percibir obstáculos.

   Como ya os he dicho, venimos aquí buscando a una tamarro acuática, así que es normal que esté en un entorno rodeada de fuentes. En este circuito hay 4 fuentes, pero para encontrar a la tamarro solo hace falta pasar por una de ellas, la Fuente de Les Ordigues.

   Siguiendo la senda, un poco más adelante hay una bifurcación, si tomamos el camino más empinado, en pocos metros veremos asomar entre los pinos unas orejas...y entonces aparecerá antes nosotros el portal de la tamarro azul oscuro...

   Si Dino estaba en mitad de un prado rodeado de altas montañas y Massa estaba custodiando una pequeña presa al lado de un río, Caldes se encuentra rodeado de árboles, fuentes y lo mejor de todo, un mirador de madera con unas vistas espectaculares de Andorra la Vieja.

   Si no hace mucho viento, es un lugar perfecto para tomar un tentempié admirando una de las mejores vistas, no solo de la capital de Andorra, sino también de Santa Coloma y Escaldes -Engordany (al fin y al cabo es el tamarro de esta parróquia), y por supuesto también de sus alrededores. Por ejemplo en un día claro se pueden ver numerosas montañas, como Bony de la Pica (2.404m), Torre de Cabús (2.778m) o el Pic de Medacorba (2.914m), pero también monumentos como la Iglesia de San Miguel de Engolasters.

   Una iglesia románica, probablemente del siglo XII, que es una de las más conocida de todo el Principado de  Andorra con su espectacular campanario de 17 metros.

   Llegar hasta el portal de Caldes supone unos 10 minutos de caminata, por un camino sin dificultad, pero sin duda la recompensa merece la pena. Además a la vuelta pasamos incluso por un pequeño túnel, que no requiere ni linterna por lo pequeño que es, pero que tanto gustan a los pequeños.

   Con este tamarro terminamos el primer día de caza de portales, hay que decir que aprovechamos para hacer muchas más cosas en cada una de las parroquias, así que exprimimos a tope los días.

    Al día siguiente decidimos empezar con el portal del tamarro más cercando a nuestro hotel, y que no es otro que Andy, el tamarro protector de Andorra la Vieja.

   Andy, el tamarro naranja es el más fuerte de todos, pero también es el más sensible, de hecho cuando quiere oler una flor, coger una seta o curar algún pájaro que se haya hecho daño, es tan delicado como el algodón. 

   Para encontrar a Andy debemos coger la carretera de la Comella y desviarnos hasta la Urbanización de la Comella Parc donde dejaremos el coche al final de la misma. Desde aquí sale una pista, bastante amplia, aunque siempre en subida, donde nos vamos adentrando cada vez más en un bosque de pinos.

   Por el camino, nos encontramos con diversos juegos de madera para que los pequeños buscadores de portales se diviertan demostrando sus habilidades...

   Al cabo de 1,5 km aproximadamente por fin vemos a Andy en lo alto del camino sentado...esperándonos, con su sonrisa de oreja a oreja. 

   Si os fijáis, cerca del portal de Andy hay un poste de madera que está rematado con una especie de jaula metálica. En realidad el poste no es exclusivo del portal de Andy, sino que está presente cerca de todos los portales haciendo las veces de "trípode", para poder hacerse autofotos con el móvil en un ángulo perfecto y cómodo. De hecho, este poste está instalado también en otros lugares de Andorra que cuenta con bellas panorámicas. Ya saben, estamos en el país de los influences....

   Como pueden ver, todos los tamarros aparecen en lugares especiales, y Andy no es una excepción, así que si deciden seguir subiendo solo unos 50 metros más, enseguida llegarán al premio que esconde este tamarro, las magníficas vistas del mirador del Bosque Negro.

   Si Caldes nos ofrecía una vista panorámica de Andorra la Vella en sentido Este-Oeste, el mirador de Andy nos regala una visión de la capital en sentido Sur-Norte, y por supuesto se aprecian numerosos picos, como Pic de Carroi (2.331m) que es el más cercano a la ciudad, o el Pic de la Font Blanc (2.903m) que nosotros no pudimos observar porque le tapaban unas nubes.

   Después de un buen rato contemplando el espectacular paisaje, decidimos volver al coche a buscar nuestro siguiente tamarro, aunque antes otra paradita para jugar...

   Una vez en el coche, ponemos  rumbo al portal de la tamarro Enko, la protectora de la parroquia de Encamp. Enko, de color verde, se caracteriza por ser muy valiente y protectora, de hecho no hay máquina excavadora que se atreva a entrar en los dominios de Enko.

   Respecto a la situación de su portal, me recuerda un poco a la de Dino, ya que también está a los pies de una pradera, en un lugar perfecto para descansar y tomar algo. De hecho hay varios merenderos muy cerca del portal. 

   Las vistas son, como siempre, espectaculares, incluso se puede divisar un teleférico a lo lejos, sobrevolando unas típicas casas de piedra.

   Junto a todos los portales suele haber también un cartel con información en varios idiomas. En los carteles nos indica el nombre del tamarro en cuestión, su color, la parroquia que protege, etc...pero quizás lo más importante de los carteles es que justo debajo hay un pequeño marcador mágico.

   Ese sellito es importante porque, como os contaba al principio del post, encontrar todo los tamarros tiene premio, pero para probar que los habéis encontrado a todos ellos, en la última página del cuento que os dan en las Oficinas de Turismo de Andorra, tendréis que marcar con estos sellos en las casillas correspondiente a cada tamarro. 

  Cuando tengáis todos los sellos, basta con acudir a cualquier Oficina de Turismo del país para obtener un regalito que los tamarros han dejado para todos los niños y niñas que los visitan. 

   Pero me estoy adelantando, todavía nos faltan por encontrar dos tamarros, y el siguiente es, en una palabra, increíble. Me refiero al portal de Nilo, el tamarro amarillo.

   Nilo es el protector de la parroquia de Canillo, y sus características principales son su rapidez y su energía. De hecho el solito puede limpiar toda una montaña llena de basura en un periquete.

   El portal de Nilo es quizás el más sencillo de encontrar, ya que no hay que andar para verlo, está justo en el aparcamiento, pero sin duda venir a visitarlo merece la pena, porque Nilo se encuentra muy cerquita de uno de los mejores miradores de Andorra, el mirador Roc del Quer.

   Este mirador es el sueño de todo instagramer, uno no se cansa de echar fotos desde aquí y merece por sí solo una entrada en el blog, así que no me voy a detener mucho más, os prometo hacer la entrada en breve.

   Bueno, haciendo un rápido repaso de los portales que llevamos, hemos visto ya a Dino en su idílica pradera, a Massa protegiendo el río, a Caldes con sus fuentes, a Andy y su mirador, a Enko con su merendero para descansar y a Nilo con su paisaje que corta el hipo...nos falta una, el portal de Lau, la protectora de Sant Julià de Lòira.

   Por desgracia, nos quedamos sin tiempo y finalmente no pudimos visitar a la tamarro violeta, en fin, dicen que siempre hay que dejarse algo para tener una excusa para volver. Para nosotros Lau es nuestra excusa...aunque realmente no la necesitamos para volver encantados a Andorra.

   Aunque nos falto conocer a Lau, he de deciros que en la Oficina de Turismo nos dieron igualmente el regalito de los tamarros, ya os dije que son seres de buen corazón, y en nuestro caso, el regalito fue un pequeño y gracioso dominó de madera donde en vez de números, aparecen los distintos tamarros ¡a mi hija de 6 años le encantó!.

   Es hora de cerrar la entrada, pero antes os dejó un mapa con las localizaciones de todos los tamarros.  

   Espero disfruten de su visita a este pequeño, pero maravilloso país.

Fins aviat amic.

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