Un paseo de altura recorriendo Sevilla en autobus

   Es curioso, llevo muchos años viviendo en Sevilla y jamás me había planteado siquiera la posibilidad de subir a uno de esos autobuses turísticos que pululan por la ciudad. La verdad es que siempre lo he considerado como algo exclusivo para guiris y demasiado caro.

   Sin embargo, este peculiar mes de abril donde nos hemos vuelto a quedar sin Feria ...y sin turistas, la empresa decidió sacar una oferta para promover sus servicios, y ni corto ni perezoso decidimos darnos una vuelta para ver qué es lo que nos estábamos perdiendo...y oye, ni tan mal.

   No os voy a contar todos los monumento por los que pasa el bus en su recorrido, ni toda la información que nos dieron a través del audiguía, pero sí que os contaré algunas curiosidades de los mismos, y el primero de estos monumentos por el que pasamos es la famosa Torre del Oro

   ¿Saben porqué se llama Torre del Oro?, pues en realidad no se sabe, es posible que sea por el brillo dorado que reflejaba la torre sobre el río Guadalquivir, ya que se pensaba que estaba recubierta de azulejos dorados. Pero en una restauración hecha en 2.005 se descubrió que el tono dorado era fruto de una mezcla de cal y paja prensada.Otros afirman que una de las funciones de la Torre fue servir de depósito del oro y metales que llegaban por el río a la importante ciudad que era la Sevilla del siglo XVI y XVII, pero realmente esto no está confirmado y no tenemos ni idea del origen del nombre.

    Otra curiosidad de la Torre del Oro es que aparece en varios escudos de ciudades y villas del norte de España, ciudades como Santander, Comillas o Laredo.


    El motivo es porque durante 1.248, en plena Reconquista, numerosos barcos cántabros y asturianos ayudaron al rey Fernando III en la toma de la ciudad, cortando las cadenas defensivas que unían la Torre con Triana y que impedían circular por el río. Esta hazaña quedó reflejada en muchos de sus escudos, donde se puede apreciar la Torre del Oro, sus barcos y las cadenas rotas que fueron decisiva para la toma de la ciudad.

   El siguiente monumento que vemos es el edificio que sirve en la actualidad como sede de presidencia de la Junta de Andalucía, el Palacio de San Telmo.

   En este edificio estudió náutica Gustavo Adolfo Bécquer en 1.846 cuando era el Colegio de la Marina, y dicen que fue aquí donde comenzó a desarrollar su gusto por la poesía. Anterior a esto en 1.682, este edificio también fue la Universidad para Mareantes que acogía a huérfanos de marineros.

   Su relación con el mar todavía perdura en su nombre, ya que San Telmo es el patrón de los marineros, y también en su fachada barroca, una de las más bonitas de Sevilla, que cuenta con numerosos motivos marinos.

   En una de sus lados, en la calle Palos de la Frontera, podrán descubrir también 12 ilustres sevillanos, como Velázquez, Murillo o Lope de Rueda entre otros. Lo curioso es que de los 12 ilustres sevillano, hay 3 que no nacieron en Sevilla...¿los podrás descubrir?.

   Nuestro siguientes destinos son la antigua Fábrica de Tabaco, y la Plaza de España, el monumento más representativo de la Exposición Iberoamericana del 29 y una de las plazas más bonitas del país. Ya os hable un poco de ambas en anteriores entradas, por eso continuaremos el recorrido con más legados de la Exposición del 29 como el pabellón de Portugal o el precioso pabellón de Colombia.

   En realidad este edificio fue levantado por técnicos españoles, pero su decoración sí fue confiada a un escultor colombiano, Rómulo Rozo, quien añadió representaciones sagradas, dioses y animales de la culturas indígenas colombianas.  El resultado final gustó tanto que recibió la medalla de oro al mejor pabellón de le Expo 29. Actualmente es la sede del consulado de Colombia en la ciudad.

   De los 117 edificios que se construyeron en esta Exposición, sólo nos quedan 25, algunos bastante bien conservados como el pabellón de Argentina, que por cierto fue el primer pabellón extranjero en construirse.

   Gracias a que los argentinos participaron en la Exposición, Brasil, que en un primer momento era reticente a participar, se apuntó a la fiesta para competir con sus rivales argentinos. El resultado fue un edificio al estilo barroco brasileño.

   Hoy en día este edificio forma parte de la Universidad de Sevilla. En nuestro recorrido se pueden ver otros pabellones como el monstruoso pabellón de Chile, que es el más extenso de todos los pabellones extranjeros con tres plantas y una torre de 50 metros de altura que pretende simular la orografía del país. También veremos el pabellón de EEUU de estilo californiano, o el llamativo pabellón de Guatemala, que, al contrario de Argentina, que se inauguró antes incluso del inicio de la Exposición, este se inauguró 5 meses después de comenzar la misma.

   En este pabellón, recubierto de azulejos de la Fabrica de Ramos Rejano de Triana, hay un claro homenaje a los colores azul y blanco de la bandera guatemalteca, así como dibujos que recuerdan a la cultura maya, dando un toque exótico a esta zona.

   Pero entre tanto pabellones del 29, destaca un edificio que es aun más antiguo, y que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad, me refiero al Costurero de la Reina de 1.893.

   ¿Recuerdan los 12 ilustres sevillanos que les mencionaba en el Palacio de San Telmo?, pues fueron mandados a construir por Antonio de Orleans, el duque de Montpensier, durante su estancia en San Telmo. Pues bien, este poderoso señor, hijo del rey de Francia, ordenó modificar los jardines de San Telmo al gusto de la época, y el castillete que podemos ver no era sino la casa del guarda de los jardines. Unos jardines cuyas dimensiones eran impresionante si tenemos en cuenta que el popular Parque de María Luisa formaba parte de los mismos hasta que la infanta los donó a la ciudad en 1.893, convirtiéndose en el primer parque urbano de Sevilla.

   Y ¿por qué se conoce este edificio como el costurero de la reina?, pues porque según la leyenda, la hija de la infanta María Luisa, la reina María de las Mercedes de Orleans, tras contraer matrimonio con el Rey Alfonso XII y debido a su delicada salud, pasaba muchas horas en este castillete tomando el sol y cosiendo con sus damas de compañía. Hasta aquí vendría el Rey Alfonso XII a caballo para visitarla después de atender asuntos de Estado en el Real Alcázar.

   Lo cierto es que la leyenda es totalmente falsa si tenemos en cuenta que el edificio se construyó como saben en 1.893, y la Reina falleció prematuramente el mismo año de su matrimonio con el Rey Alfonso en 1.878. 

   "¿Dónde vas, Alfonso XII, dónde vas triste de tí? Voy en busca de Mercedes que ayer tarde no la vi"

   En fin, por suerte nuestro recorrido continua por un lugar que respira alegría, cante y baile, me refiero a el barrio de Triana. Si la leyenda dice que Sevilla fue fundada por Hércules, otra leyeda afirma que Triana fue fundada por la diosa Astarté, quien huía de la persecución amorosa del semidios.

   Entre los monumentos que vemos destaca la Iglesia de San Jacinto de 1.775.

    En la esquina vemos una imagen en azulejo de la Virgen de la Estrella de 1.950 porque la Hermandad de la Estrella tuvo su sede en la Iglesia de San Jacinto hasta 1.976, pero en dicho año se trasladaron a su nueva sede en la misma calle San Jacinto.

   Un poco más adelante, pero aún dentro del distrito de Triana, nos encontramos con el mayor rascacielo de Andalucia, la Torre Sevilla, del afamado arquitecto César Pelli, el creador de las Torres Petronas en Kuala Lumpur o el World Financian Center de New York.

   Sus 180 metros de altura no han estado exentos de polémicas, ya que el edificio supera con creces la altura de la Giralda que es de 104 metros, y no está lejos del centro histórico, lo cual cambia el skyline tradicional de Sevilla. Incluso la Unesco llegó a amenazar con sacar a Sevilla de los Patrimonios de la Humanidad, algo que por suerte no llegó a suceder.

   Justo a su lado nos encontramos ya con un edificio construido en la época de la otra gran Exposición Universal que ha acogido Sevilla, me refiero a la Expo del 92. Se trata de Torre Triana, un edificio llamativo donde los haya...

   Por lo visto,  la inspiración para la construcción de este mastodonte circular fue el Castillo de Sant´Angelo de Roma, el que fue el mausoleo del emperador Adriano, un vecino de la cercana Itálica. 

   Desde luego ambos edificios guardan muchas similitudes, ambos son grandes volúmenes cilíndricos, en su parte superior vemos un cuerpo rectangular, y los dos están cerca de un río. Eso sí, mientras el edificio romano está rematado por una escultura alada, en el andaluz vemos dos columnas, las columnas de Hércules, que como saben fue el fundador de Sevilla y que aparecen en la bandera andaluza.

    No obstante existe hay otra explicación para el extraño diseño de Torre Triana, y es que se trata de una imitación en ladrillo de un barco de vapor, donde podemos ver grandes vacíos circulares, que serían las ruedas, un puente de mando en la parte superior y las dos chimeneas del barco. Curioso ¿verdad?

   Nuestro recorrido continua por la Isla de la Cartuja, donde podemos encontrar varios pabellones de la Expo del 92. Un ejemplo es el pabellón de la Navegación, con su techo curvado de madera en referencia a los barcos, y que actualmente es un museo sobre la navegación atlántica con diferentes exposiciones a lo largo del año. También pasamos por el que fuera el pabellón Real de la Expo, que no es otro que el Monasterio de la Cartuja, el edificio que da nombre a toda esta zona.

   Realmente podría dedicar una entrada completa a este singular edifico cuyos orígenes se remontan al siglo XII. En esa época los almohades construyeron hornos en este lugar para fabricar cerámica. Eligieron este sitio debido su cercanía con el río y la la abundante arcilla. 

   Esta tarea la continuarían los alfareros cristianos de Triana, y resultó que en torno al 1.248 aparece milagrosamente una imagen de la Virgen María en una de la cuevas que había sido ocultada a los ojos de los musulmanes.

   Por supuesto se construye la Ermita de Santa María de la Cueva, y ya en el siglo XIV los franciscanos fundan un monasterio que posteriormente pasó a manos de la Orden de los Cartujos (de ahí el nombre) a principios del siglo XV. A partir de aquí, y para no enrollarme mucho, el edifico fue cuartel militar francés, luego monasterio de nuevo, luego casa de vecinos, luego otra vez monasterio, luego una prisión, luego vuelve a sus orígenes para ser una famosa fábrica de cerámica (a la que corresponden las chimeneas de ladrillo de la foto), luego fue el pabellón Real de la Expo y finalmente el museo del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y el rectorado de la Universidad Internacional de Andalucia...casi na.

   En la Expo del 92 se conmemoró el V Aniversario del Descubrimiento de América, y resulta que Colón visitó frecuentemente el Monasterio de la Cartuja, incluso sus restos descansaron una temporada en este lugar junto con los de su hijo Diego. Por este motivo la Isla de la Cartuja acogió la Exposición Universal.

   El recorrido continua pasando por más pabellones hasta que finalmente cruzamos de nuevo el río y volvemos a encontrarnos con Hércules y sus columnas, esta vez en la Alameda de Hércules.

   En esta entrada os cuento algunos pequeños secretos de la Alameda que muchos sevillanos ignoran. Ya estamos concluyendo nuestro paseo, pero antes pasamos por encantadora la Plaza del Museo donde es imposible no quedarse asombrado por los dos grandes ficus que prácticamente engullen toda la plaza.

   Parecen casi más grande que el propio Museo de Bellas Artes de Sevilla que da nombre a la plaza. 
   Para terminar volvemos al Paseo de Colón y pasamos por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, la primera plaza de toros redonda del mundo...o casi ,y finalizamos justo enfrente del Teatro de la Maestranza...al fin y al cabo estamos en la "Ciudad de la Ópera".

   Espero hayan disfrutado del viaje.

   Hasta la próxima.    

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